La actual situación mundial ha cambiado completamente la vida de millones de personas; los ambientes de convivencia, aquellas actividades consideradas cotidianas; los espacios de trabajo y la forma en la que se obtiene el sustento para vivir; la manera en la que se accede al conocimiento, por nombrar sólo algunos.

​Todo cambió repentinamente y aunque no ha sido fácil asumir tantos cambios a la vez, es imperativo ver los beneficios que este distanciamiento social puede ofrecer. Uno de ellos es la posibilidad de acercamiento de los miembros de la familia que, aunque ya vivían bajo el mismo techo, sus momentos de convivencia eran escasos y no porque así lo desearan, sino que las responsabilidades de estudio o trabajo, impedían que se vieran con frecuencia durante el día.

Por la cuarentena, las familias se han visto obligadas a convivir 24/7 algo que para muchos no ha sido nada fácil, pues los inconvenientes que puede provocar la convivencia no se hacen esperar. Pero la idea es aprovechar la invaluable oportunidad que este momento de crisis nos posibilita y, unir así a la familia o mejorar el vínculo que se tenía.